martes, 16 de febrero de 2010

Gótico

· ¿Dónde surge? ¿Cuál es su expansión por Europa?


El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia, y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo). Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente, que era cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán).

El arte gótico propiamente dicho coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. Se suele indicar que frente al arte románico (que refleja una sociedad ruralizada de guerreros y campesinos), el gótico coincide con el máximo desarrollo de la cultura urbana donde aparece la burguesía, las universidades y el florecimiento de las órdenes religiosas.

La renovación de las catedrales y su convergencia al estilo gótico coincidió con esa época de plenitud mencionada.

Una vez desarrollada especialmente en Francia, abarca en su expansión los países de Alemania, España y Portugal, Inglaterra, Flandes (hoy Bélgica) y Suecia. En este desarrollo, Italia, donde la tradición de las formas arquitectónicas generadas por el Imperio Romano era muy intensa, resistió la penetración gótica, que fue generalmente débil. Pero a Italia, por una particular aversión del gran pintor Rafael Sanzio o Santi hacia las formas que analizamos, se debe el calificativo de gótico con que conocemos tales producciones. Pues en un informe oficial que, como conservador de las ruinas imperiales, dirigió al papa León X, queriendo despreciar tan hermosa expresión del arte medieval la calificó como obra de bárbaros godos, y de ahí el término gótico que había de perpetuarse.





Características de la ARQUITECTURA GÓTICA: Planta y Bóvedas (la Bóveda de crucería).

La arquitectura Gótica se caracterizaba por tres elementos clave: la bóveda de crucería, el arco ojival y los arbotantes.

Tiene tres características generales:

-Verticalidad: Los edificios tienden a la altura. Tienen un sentido simbólico de ascensionalidad, de llegar al cielo.


-Luminosidad: Espacios interiores muy luminosos y coloristas. Se debe al predominio de los vanos con vidrieras sobre los muros. La luminosidad coloreada pretende representar las sensaciones de una Jerusalén celestial.

-Naturalismo: Los elementos escultóricos imbricados en la arquitectura suelen ser bastante naturalistas: follajes, hojas y animales en la decoración de los capiteles.
Elementos constructivos y decorativos


Bóveda:

La bóveda de crucería está constituida por el cruce de dos arcos ojivales que se apoyan, sobre cuatro puntos de soporte, en columnas o pilares. De este modo todo el peso de la cubierta se concentra en unos pocos puntos y no descansa directamente sobre los muros de la iglesia.

La necesidad de crear amplios espacios cubiertos motivó hallar un sistema constructivo que, manteniendo, e incluso reduciendo el grosor de muros y contrafuertes, consiguiera ampliar este volumen interior: es la arquitectura gótica, que permitió aligerar el peso de las cubiertas mediante el equilibrio de las fuerzas verticales y horizontales para que se contrarresten entre si. El peso de la bóveda se trasmitirá a los cimientos a través de los pilares, interviniendo apenas los muros que sólo servirán de cerramiento del espacio arquitectónico.




Planta:
 
 
Además de mantener algunas plantas de la arquitectura románica: la de cruz latina, con girola o sin ella pero con los brazos poco salientes y con los ábsides o capillas absidiales frecuentemente poligonales. Y en las iglesias menores o populares se adopta como planta más común la de cruz latina o la rectangular y con un solo ábside poligonal en la cabecera.
 
Y también una planta que carece de crucero de brazos salientes (aunque no deja de ostentarse más o menos la simbólica cruz de enmedio), el templo de salón presenta una disposición basilical y posee, como mínimo, tres naves de igual altura y, por consiguiente, un sistema de iluminación lateral. Los espacios interiores son amplios y desahogados, abarcables con una sola mirada y tremendamente unitarios, de ahí que parezcan o tengan el aspecto de un gran salón.
 
. ¿Cómo resuelven los arquitectos góticos el problema de los empujes de la bóveda?


 
 
Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.




Por un lado, la disposición de estos machones transversales permitía hacer fachadas no portantes, esbeltas, con enormes huecos. Por otra parte, al conectar los contrafuertes por medio de arcos arbotantes a la estructura principal se ganaba brazo de palanca y se liberaba espacio para situar naves laterales, paralelas a la nave principal.



Los botareles y demás contrafuertes se decoran, montando pináculos sobre ellos para que tengan más peso y resistencia, logrando así con estos remates el doble fin constructivo y estético.



El sistema de arbotantes y contrafuertes de las iglesias góticas constituye un elemento característico que embellecen el exterior de los edificios, pero a la vez, ponen de manifiesto la propia fragilidad estructural, ya que sujetan el edificio a modo de apuntalamiento externo.


· El muro gótico: Las ventanas y vidrieras.


La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha.




Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica la tracería multiplicándose los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas formando curvas serpenteantes constituyendo el calado flamígero.



Una cosa parecida se observa en los grandes rosetones que se colocan en lo alto de las fachadas: al principio, toman la forma radiante y sencilla aunque en iglesias suntuosas es algo más complicada. Se multiplican los adornos de la rosa en el siglo XIV y en el XV llega a ser la tracería un verdadero laberinto de curvas enlazadas. No faltan en todas las épocas sin embargo ventanas menores de traza más sencilla y pequeños aljimeces. Ventanas y rosetones suelen cerrarse con magníficas vidrieras polícromas e historiadas donde a su modo se ejercita el arte pictórico monumental ya que apenas le dejan espacio para su desarrollo los escasos lienzos de pared que median entre los referidos vanos en las iglesias suntuosas. Pero en las más humildes se sustituyen las vidrieras por láminas de piedra translúcida y aun tal vez por encerados.




El Arco apuntado: Las puertas y ventanas de los edificios góticos.


 
 
 

 


El arco apuntado es uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica y vino a suceder al arco de medio punto, propio del estilo románico. El arco apuntado, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto, permitiendo salvar mayores espacios. Durante el gótico el arco apuntado mostró variantes
 









En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental de forma abocinada, que la románica pero se multiplican las arquivoltas y se añade una mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo. Encima de la puerta suele colocarse un elevado gablete.
 
 
 


· Pon algunos ejemplos de edificios góticos en Florencia y Siena.
 
 

Entre ellos destacan:






En Florencia:







- Palazzo Vechio: ha tenido diferentes nombres, dependiendo de los cambios políticos que se producían en Florencia. Al principio se llamaba Palacio de la Señoría, después, Palacio de los Priores, luego, Palacio Ducal y, hoy, Palacio Viejo. Fue construido entre 1299 y 1314 para dar un lugar digno a los cargos máximos del gobierno de la ciudad: El “Gonfaloniere” de Justicia y los “Priores” de las Artes, representantes de los gremios que habían obtenido el poder en 1282.


























-Basílica de la Santa Cruz: La edificación comenzó en 1294. Es la iglesia franciscana más grande del mundo. Subvencionada por el pueblo y la República florentina, se construyó sobre la base de una pequeña iglesia, cercana a las murallas de la villa, edificada en 1252 por los franciscanos poco después de la muerte de San Francisco.










 
En Siena:








El Palacio Comunal (Palazzo Pubblico): se encuentra en la Piazza del Campo, que tiene forma de abanico. Este Ayuntamiento data del siglo XIV. Su construcción comenzó en 1297 y su propósito original era albergar el gobierno republicano. El exterior de la estructura es un ejemplo de arquitectura medieval italiana con influencia gótica.



















-Il Duomo di Siena: esta catedral fue construída en tre los años 1215 y 1263 sobre el sitio de una estructura más antigua. Tiene la forma de una cruz latina con un crucero, un duomo y un campanario. La base del duomo es octagonal y sólo se hace circular encima de las columnas de apoyo.
















 






· La escultura gótica: Características.









La pintura y la escultura góticas tenían como función primordial, en un principio, la decoración de las iglesias (portadas, gárgolas, capiteles...). Por ello, su temática era generalmente religiosa.
Pero el desarrollo de la vida urbana y la aparición de una nueva burguesía con gran poder económico dieron lugar a la creación de obras con temática no religiosa que tenían compradores laicos.
Poco a poco las obras artísticas empezaron a embellecer no sólo las iglesias sino también las mansiones y los palacios de nuevas ciudades.





 
 
La escultura gótica es mucho más realista qeu la románica, tanto en los vestidos como en los rostros. Los personajes son más humanos y tienen las proporciones reales del cuerpo; los rostros reflejan sentimientos y en algunos casoso, como en las figuras de las tumbas, son verdaderos retratos.
Por último, los personajes que se representan en las esculturas también adquieren un nuevo volumen y se les empieza a dotar de un cierto movimiento.
La importancia de la escultura como arte independiente se evidenció en la existencia de obras de autor, es decir, en la aparición de esculturas o retratos atribuídos a artistas conocidos, que tenían gran prestigio, entre los que destacan Nicolás y Giovanni Pisano, Juan de Lieja y Claus Sluter. 
 
 
 
 
· La pintura gótica: Antecedentes y Características.
 




Hubo un paso precedente a la pintura gótica, que fue, en el siglo XIII, la pintura del duecento. Y esta proviniente, a su vez de una fusión de las tradiciones del arte bizantino, que fue la forma de pintar más extendida en la Italia medieval, con los primitivos estilos paleocristianos y la herencia del arte clásico.
 
La estructura de las nuevas iglesias góticas, que sustituía parte de los muros por grandes ventanales, redujo mucho el espacio para la pintura. Por ello se generalizó la pintura sobre madera: tablas o retablos.
 




Muchas de estas tablas eran encargadas por la propi
Iglesia, pero también por instituciones (gobiernos municipales, gremios, etc.) o por nobles o burgueses para demostrar su fe religiosa. A menudo, la figura del donante aparecía representada en un extremo de la pintura.
 
Las tablas solían colocarse detrás de los altares de las iglesias y podían alcanzar gran tamaño y complejidad. A menudo se unían dos o tres tablas para formar un díptico o un tríptico. se representaban escenas de la historia sagrada sobre un fondo muchas veces dorado.
 
También fueron numerosas las miniaturas que adornaban los libros sagrados, las crónicas y los retratos. Es en estas pinturas que ilustraban los libros, muy coloristas y de gran belleza y perfección, donde se pueden encontrar imágenes de la vida cotidiana que reflejan aspectos de la sociedad urbana y campesina.





Evolución de la pintura Gótica


La característica más evidente del arte gótico es un naturalismo cada vez mayor, frente a las simplificadas e idealizadas representaciones del románico. Se considera que esta característica surge por vez primera en la obra de los artistas italianos de finales del siglo XIII, y que marcó el estilo dominante en la pintura europea hasta el final del siglo XV. La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, no obstante, sigue siendo poco usual. Se desprende de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, pero no toma como ideal de belleza el arte griego ni romano antiguo. Por lo mismo, aunque dicha pintura es un verdadero renacimiento, se distingue de la propiamente llamada del Renacimiento clásico en que no cifra, como ésta, su perfección en la belleza de las formas exteriores (que, aun sin descuidarlas, resultan, a veces, algo incorrectas en la pintura gótica) sino, sobre todo, en la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano. A pesar de ello, también ha de decirse que es en este momento en el que comienza la pintura profana, esto es, la pintura en que los temas ya no son siempre religiosos.





Patética expresión de dolor en uno de los ángeles del Llanto sobre el cuerpo de Cristo, pintura mural realizada por Giotto (h. 1266-1337) en la Capilla de los Scrovegni de Padua.En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles a través del averroísmo, humanismo de San Francisco de Asís) se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico. El artista gótico busca su inspiración en la vida. Hay mucho sentimiento en las obras góticas. Paralelamente, la cultura burguesa demanda una nueva elegancia dentro del arte. Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad,... que se logran con técnicas más refinadas.



En el principio del periodo gótico, el arte se producía principalmente con fines religiosos. Muchas pinturas eran recursos didácticos que hacían el cristianismo visible para una población analfabeta; otras eran expuestas como iconos, para intensificar la contemplación y las oraciones. Los primeros maestros del gótico conservaban la memoria de la tradición bizantina, pero también crearon figuras persuasivas, con perspectiva. En efecto, se produjeron lentos avances en el uso de la perspectiva y de otras cuestiones técnicas en pintura en cuanto al tratamiento de los soportes (que permiten la mayor difusión de un arte mobiliar), los pigmentos y los aglutinantes.