domingo, 7 de marzo de 2010

Masaccio

Pequeña biografía:



(Tommaso di Giovanni di Mone Cassai; San Giovanni Valdarno, actual Italia, 1401-Roma, 1428) Pintor italiano. La carrera artística de Masaccio es interesante, primero, por la sorprendente relación entre la brevedad de su vida (murió a los veintisiete años) y la importancia, además de relativa abundancia, de sus creaciones, y segundo, por su aportación decisiva al Renacimiento, ya que fue el primero en aplicar las reglas de la perspectiva científica.



Masaccio se trasladó a Florencia cuando aún era muy joven, y en 1422 figuraba inscrito en el gremio de pintores de esta ciudad. Nada se sabe de lo que hizo hasta entonces y con quién se formó. Se le vinculaba tradicionalmente con el taller de Masolino, pero en la actualidad se cree que no fue en él donde se formó, sino que se incorporó como colaborador ya formado.



Su primera obra documentada, el tríptico de San Juvenal (1422), es una creación que supera plenamente el gótico. En el posterior políptico para el Carmine de Pisa (1426), la composición a base de pocas figuras esenciales y la plasmación natural de la luz definen su estilo característico, que se despliega plenamente en su obra maestra: el ciclo de frescos sobre la Vida de san Pedro y la Expulsión del Paraíso, que pintó para la capilla Brancacci de Santa Maria del Carmine, en Florencia, en colaboración con Masolino.




 
Las figuras de Adán y Eva expulsados del Paraíso son prototípicas de la concepción que Masaccio tenía de la pintura, basada en la masa y el volumen de las figuras, en una única fuente de luz y en la representación científica de la perspectiva. La importancia de estos frescos fue tal que todos los grandes pintores posteriores, incluidos Leonardo, Rafael y Miguel Ángel, los estudiaron.




Probablemente, en 1428, Masaccio realizó su última obra: un fresco de la Trinidad en Santa Maria Novella, que ha pasado a la posteridad como un ejemplo emblemático de perspectiva y composición. Poco después de acabar esta pintura, Masaccio se trasladó a Roma, donde murió de repente, se ha llegado a decir que por envenenamiento. Era una figura prácticamente desconocida, pero su obra no tardó en proyectarlo al primer plano de la actualidad y ejerció una gran influencia durante el Renacimiento.

 
 
Comentario sobre su obra:
 
 
 
Será él quien desarrolle (en dicho campo y a partir de los conocimientos compartidos por Brunelleschi) la perspectiva, creando escenas donde el espacio será real, "aéreo". Además, sus obras, de rotundas imágenes impregnadas de un fuerte sentido volumétrico y naturalista, prefiguran la evolución que culminarán pintores posteriores, sentando las bases para que este cambio sea posible.




Supera por completo cualquier rasgo del gótico previo, constituyendo un inmejorable ejemplo de la que vendrá a ser la pintura de la Modernidad. Para comenzar, la composición es extremadamente compleja, tanto en lo concerniente a las escenas individuales como al conjunto global de la decoración, estructurada en función de un punto de vista principal: el del observador.




Masaccio va a conocer y aplicar las reglas de la perspectiva científica, distribuyendo las escenas de un mismo episodio (que pueden ser varias a la vez) en función de un punto de fuga, dotándolas de esta manera de una unidad e interrelación narrativa que poco tenía que ver con obras anteriores.



Además, el tratamiento de la luz en las diversas escenas es maestro, logrando con el manejo del mismo una corporeidad en las figuras (ya de por sí monumentales, debido a la influencia de Donatello) y una ambientación "física" plenamente realistas.



Muy importante será en su obra, asimismo, el contexto, concediendo una especial importancia a las arquitecturas marco, puestas siempre al servicio de ese realismo que, en muchas ocasiones, constituye un auténtico juego visual (como se puede observar en el fresco de La Trinidad, cuya impresionante bóveda además supuso un impacto para los coetáneos de Masaccio y que, a día de hoy, todavía deja boquiabierto al espectador).

Paolo Uccello

Pequeña biografía:



(Paolo di Dono; Pratovecchio, actual Italia, 1397 - Florencia, 1475) Pintor italiano. La primera noticia documental que se tiene de Paolo Uccello es de 1412 y lo sitúa en el taller de Ghiberti, donde debió de formarse, aunque no consta que fuera escultor.




En 1425 estaba en Venecia trabajando en unos mosaicos para San Marcos, que no se conocen. En 1432, de nuevo en Florencia, Paolo Uccello realizó el luneto de la Creación en el Claustro Verde de Santa Maria Novella, una obra llena de expresividad pero todavía algo tosca.



Su primera obra maestra corresponde al año 1436: el enorme fresco para la catedral de Florencia en el que representó al condotiero Giovanni Acuto; la figura del condotiero a caballo es poderosa y está bien definida, pero lo que da la medida de su genio es el escorzo del cofre situado sobre una ménsula. En este escorzo se advierte ya la fascinación que sentía Uccello por la perspectiva, que es de hecho el rasgo esencial de su obra pictórica, lo que da a sus realizaciones una singular originalidad e incluso algunas notas de excentricidad por los extremos a los que llevó los efectos de profundidad. Vasari lo presenta como un fanático de la perspectiva, a la que consideraba su «amante más dulce».



La obra que plasma con mayor elocuencia esta atracción por la perspectiva, y también la más admirada de Uccello, son las tres tablas de La batalla de San Romano (un enfrentamiento armado entre Florencia y Siena), donde las armas rotas, los cadáveres y las patas de los caballos aparecen situados en un escenario enmarañado y complejo.
 
También en la Caza nocturna los caballos y los perros parecen alejarse hacia el interior del cuadro, mientras que en San Jorge y el dragón la perspectiva da la impresión de estar sometida a efectos de decorativismo.




A Uccello se le atribuyen también numerosas obras al fresco en diversas ciudades italianas; las mejor documentadas de todas ellas son las escenas del Antiguo Testamento para el Claustro Verde de Santa Maria Novella (Florencia), en la actualidad muy deterioradas. Según Vasari, su amor a los animales, en particular a los pájaros, le valió el sobrenombre con el que se le conoce.


 
 
 
 
 
Comentario sobre su obra:
 
 
 
Paolo Uccello hubiera sido el más delicioso y original genio después de Giotto en el arte de la pintura si se hubiese esforzado tanto en las figuras y los animales como se esforzó y perdió tiempo en las cosas de la perspectiva, pues aunque éstas son ingeniosas y bellas, quien se dedica inmoderadamente a ellas derrocha tiempo y más tiempo, gasta sus dotes naturales, acumula dificultades para su talento y a menudo lo convierte, de fecundo y fácil que era, en estéril y difícil. Y quien cuida más de la perspectiva que de las figuras, cae en un estilo seco y lleno de perfiles, producido por la voluntad de desmenuzar demasiado las cosas. Además, a menudo se vuelve solitario, extraño, melancólico y conoce la pobreza, como le ocurrió a Paolo Uccello que, dotado por la naturaleza de un ingenio sofístico y sutil, no encontraba placer mayor que el de investigar problemas difíciles e imposibles de la perspectiva. Y ésta, aunque bella y llena de fantasía, lo trabó tanto en la ejecución de las figuras que, a medida que iba envejeciendo, las hacía cada vez peor. Y no cabe duda de que quien, con estudios demasiado terribles, violenta la naturaleza, si bien por un lado aguza su ingenio, por otra parte nunca hace nada que parezca realizado con esa facilidad y esa gracia que naturalmente tienen aquellos que ponen cada pincelada en su lugar, moderadamente, con deliberada inteligencia llena de discreción, y eluden ciertas sutilezas que más bien dan a la obra un no sé qué forzado, seco, difícil y de pésimo estilo, que causa compasión a quien la mira, en vez de causarle asombro. En efecto, el instinto reclama ser utilizado en la misma medida en que el intelecto se empeña en obrar y en que el entusiasmo está encendido: entonces es cuando se ven surgir las maravillosas concepciones y los rasgos excelentes y divinos.
 
 
Pero Paolo, sin jamás perder un instante, andaba siempre detrás de las cosas más difíciles del arte, y tanto, que alcanzó la perfección en el método de poner en perspectiva las plantas y los perfiles de los edificios, inclusive los remates de las cornisas y de los techos, mediante intersecciones de líneas y haciendo que las medidas se acorten y disminuyan hacia el centro, luego de haber determinado bases y alturas de acuerdo con el punto de vista. Y tanto se empeñó en estos problemas, que ideó recurso, modo y regla para poner a las figuras en los respectivos planos en que están paradas, para establecer los escorzos y para determinar la disminución gradual y proporcional de su tamaño, cosas todas ellas que anteriormente se confiaban al azar. Encontró también el modo de trazar las curvas de las nervaduras y los arcos de las bóvedas, de determinar la fuga de los pisos con el acortamiento de las vigas, o dibujar columnas redondas circundando el ángulo vivo de las paredes de una casa.
 
 
Uccello consiguió dejar a un lado el propio dibujo y centrarse en lo difícil, en aquello que no cualquiera podía lograr. Amaba la perspectiva y así lo hizo notar en sus cuadros, quizás por eso aún sigue siendo hoy un pintor incomprendido.

Dante

Pequeña biografía:




(Florencia, 1265 - Rávena, 1321) Poeta italiano. Si bien sus padres, Alighiero de Bellincione y Gabriella (Bella), pertenecían a la burguesía güelfa florentina, Dante aseguró siempre que procedía de familia noble, y así lo hizo constar en el Paraíso (cantos XV y XVI), en donde trazó un vínculo familiar con su supuesto antepasado Cacciaguida, quien habría sido armado caballero por el emperador Conrado II de Suabia.




Durante sus años de estudio Dante Alighieri coincidió con el poeta Guido Cavalcanti, representante del dolce stil nuovo, unos quince años mayor que él, con quien intimó y de quien se convirtió en discípulo. Según explica en su autobiografía más o menos recreada poéticamente Vida nueva, en 1274 vio por primera vez a Beatriz Portinari, cuando ella contaba ocho años y él tan sólo uno más; el apasionado y platónico enamoramiento de Dante tendría lugar al coincidir de nuevo con ella nueve años más tarde.

 
En 1285 Dante tomó parte en el asedio de Poggio di Santa Cecilia, defendido por los aretinos, y dos años más tarde se trasladó a Bolonia, quizás a estudiar, si bien se tienen dudas en lo referente a su paso por la universidad de dicha ciudad. Sí hay pruebas, en cambio, de su participación, en calidad de «feritore» de a caballo, en la batalla de Campaldino, en la cual se enfrentó a los gibelinos de Arezzo.




En 1290 murió Beatriz, y un año más tarde Dante contrajo matrimonio con Gemma di Manetto, con quien tuvo cuatro hijos. En 1295 se inscribió en el gremio de médicos y boticarios, y a partir del mes de noviembre empezó a interesarse por la política municipal florentina; entre mayo y septiembre del año siguiente fue miembro del Consejo de los Ciento, y en 1298 participó en la firma del tratado de paz con Arezzo. En 1300, y en calidad de embajador, se trasladó a San Gimignano para negociar la visita de representantes de la Liga Güelfa a Florencia, y entre el 15 de junio y el 14 de agosto ocupó el cargo de prior, máxima magistratura florentina.



En octubre de 1301, y tras oponerse al envío de tropas para ayudar al papa Bonifacio VIII, Dante fue designado embajador ante el pontífice, a quien ofreció un tratado de paz. El Papa, sin embargo, lo retuvo en Roma en contra de su voluntad, con la intención de ayudar en Florencia a la facción güelfa opuesta a la de Dante, sector que a la postre se hizo con el control de la ciudad y desterró a sus oponentes. Acusado de malversación de fondos, Dante fue condenado a multa, expropiación y exilio, y más tarde a muerte en caso de que regresara a Florencia.




A partir de esta fecha Dante inició un largo exilio que iba a durar el resto de su vida: residió en Verona, Padua, Rímini, Lucca y, finalmente, Ravena, ciudad en la cual fue huésped de Guido Novello de Polenta y donde permaneció hasta su muerte.



Comentario sobre su obra:
 
 
La influencia de la poesía trovadoresca y estilnovista sobre Dante Alighieri queda reflejada en su Vida nueva, conjunto de poemas y prosas dirigidos a Beatriz, razón de la vida del poeta y también de sus tormentos, y sus Rime Petrose, dirigidas a una amada supuesta, a la que escribe sólo para disimular ante los demás su verdadero amor. El juego poético-amoroso oscila entre la pasión imposible y la espiritualizada idealización de la figura de su amada, aunque las rígidas formas del estilnovismo adquieren una fuerza y sinceridad nuevas en manos de Dante.




El experimentalismo de los poemas de Dante Alighieri y la búsqueda consciente de un estilo propio culminarán finalmente en La Divina Comedia, una de las cumbres de la literatura universal. Escrita en tercetos, se resume en ella toda la cosmología medieval mediante la presentación del recorrido del alma de Dante, guiada primero por Virgilio y más adelante por Beatriz, en la expiación de sus pecados en tres cantos: el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso. Con un lenguaje vívido y de gran riqueza expresiva, el poeta mezcla los elementos simbólicos con referencias a personajes históricos y mitológicos, hasta construir una equilibrada y grandiosa síntesis del saber acumulado por el hombre desde la Antigüedad clásica hasta la Edad Media.

Botticelli

Pequeña biografía:




(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 - id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.




Uno de ellos fue Filippo Lippi, maestro e inspirador de la obra de Botticelli. Éste comenzó su trayectoria artística con obras de temática religiosa, en particular vírgenes que, como la Virgen del Rosal, denotan un gran vigor compositivo.



En 1470, Botticelli, que contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.

Fue toda una novedad en aquella época realizar obras de gran formato que no fueran de temática religiosa, y ello se debió seguramente a la vinculación del mecenas con la filosofía neoplatónica, cuyo carácter simbólico debían reproducir las obras encargadas. De ellas se han realizado interpretaciones de enorme complejidad, que van mucho más allá de su gracia evocadora.





A la misma época corresponden también La adoración de los Reyes Magos y el Díptico de Judit, obras igualmente emblemáticas. El hecho de que en 1481 fuera llamado a Roma para decorar al fresco la Capilla Sixtina junto con otros tres grandes maestros, hace suponer que ya gozaba de un gran prestigio. A su regreso a Florencia realizó obras, como la Natividad mística, más solemnes y redundantes, probablemente influido por la predicación tremendista de Savonarola. Se le deben también bellísimos dibujos para un manuscrito de la Divina Comedia de Dante.




Eclipsado por las grandes figuras del siglo XVI italiano, Botticelli ha permanecido ignorado durante siglos, hasta la recuperación de su figura y su obra a mediados del siglo XIX. Su estilo se perpetuó en cierto modo a través de los artistas formados en su taller, entre ellos el hijo de Filippo Lippi, Filippino Lippi.





Comentario sobre su obra:



Será la figura de la dama, en el sentido más "cortés" de la palabra, la gran protagonista de sus composiciones; rodeada de un aura de elegancia y lánguida belleza, la tipología de mujer a la que recurre como leit motiv de su producción ejemplifica, dentro de la corriente pictórica del Quatroccento italiano, la búsqueda del Ideal (frente al intento de aprehensión naturalista e individual llevado a cabo por otros autores).


A caballo entre la representación onírica, plena de un amor platónico por la mujer y la exaltación de la belleza se sitúa el modelo de virgen que creará, real en la plasmación de su plenitud a la vez que intelectualizada en su concepción.


Aún cuando la mayoría de las obras de Botticelli resultan poseedoras de una enorme calidad y un característico estilo muy similar, han sido las composiciones El Nacimiento de Venus y La Primavera las consideradas como sus grandes obras maestras.




En ambas es posible apreciar el estilo refinado, preciosista y, de algún modo, irreal, propio de Botticelli, al servicio del cual entrará su dominio de la tensión lineal (influencia de Pollaiuolo) y su concepción casi espiritual de la materia.



En las composiciones botticellianas la naturalidad de la escena, a pesar de la riqueza decorativa y la complejidad que en ocasiones se muestra, siempre sorprende. De algún modo las figuras parecen existir en sus cuadros porque no podría haber sido de otra manera, resultando siempre ligera la transición entre los diversos personajes (debido en gran parte al empleo móvil que de la línea realiza), existiendo incluso aquellos autores que han teorizado acerca de su producción en términos de comparación musical (en su obra el ritmo y el lirismo se unen para conformar un etéreo conjunto visual resultado de una comprensión del mundo

Donatello

Pequeña biografía:





Donato di Betto Bardi; Florencia, 1386-id., 1466) Escultor italiano. Junto con Alberti, Brunelleschi y Masaccio, fue uno de los creadores del estilo renacentista y uno de los artistas más grandes del Renacimiento. Su formación junto a Ghiberti le dejó un importante legado técnico pero casi ningún vestigio estilístico, ya que desde sus comienzos desarrolló un estilo propio basado en la fuerza emocional, y en un singular sentido del movimiento.



Su revolucionaria concepción de la escultura resulta evidente ya en las grandes estatuas para nichos destinadas a Orsanmichele y la catedral de Florencia. La gravedad y el realismo de estas monumentales figuras de mármol contrastan vivamente con la gracia y el decorativismo del gótico internacional, el estilo vigente en Europa hasta entonces. Donatello comenzó esta serie en 1411 con el San Marcos y la concluyó en 1436 con el llamado Zuccone. A esta serie pertenece también el San Jorge, su primera obra famosa, de la que Vasari afirmó: «Posee el maravilloso don de moverse dentro de la piedra».


Tras asociarse con su aprendiz Michelozzo, Donatello emprendió a partir de 1427 la realización en Pisa de la tumba del cardenal Brancacci, en la que esculpió en relieve el tema de la Asunción de la Virgen. Poco después, la tumba de Baldasare Coscia para el baptisterio de Florencia permitió al artista dar sus primeros pasos en el difícil arte de la fundición en bronce.


El viaje a Roma que realizó el escultor hacia 1430-1432 condicionó de manera decisiva toda su producción posterior, ya que le brindó la oportunidad de conocer en directo el arte de la Antigüedad. A su regreso a Florencia comenzó la famosa Cantoría para la catedral, en la que recreó libremente algunos de los motivos clásicos admirados en Roma. Poco posterior es su escultura exenta más famosa, el David en bronce, comparable en ciertos aspectos al San Jorge de su etapa anterior.


En 1443, el artista se estableció en Padua, seguramente después de haber recibido el encargo de esculpir la estatua ecuestre del Gattamelata, la primera de tamaño natural desde la Antigüedad. Realizada al estilo del Marco Aurelio romano, posee la fuerza expresiva característica de sus estatuas anteriores, una fuerza que se transmite también al caballo, representado con brío y vitalidad.

En la misma ciudad obró el retablo mayor del santuario de San Antonio, en el cual combinó siete estatuas y cuatro relieves, en una disposición que fue modificada en el siglo XVI. En estos relieves, que representan los milagros de San Antonio, son por igual magistrales el sentido dramático y la organización del espacio. Donatello volvió en 1454 a Florencia, donde esculpió sus obras de mayor fuerza emocional en las que trabajó las posibilidades expresivas de la deformación. A este período corresponden Judit y Holofernes y la sublime María Magdalena, en madera. Aunque no tuvo un heredero directo, Donatello influyó de forma decisiva en la escultura florentina hasta comienzos del siglo XVI.





Comentario de su obra:



Donatello era conocido desde los primeros teóricos como uno de los padres del «renacimiento» de las artes del siglo XV, el primero que fue capaz de igualar los grandes escultores de la antigüedad, en la ciudad de Florencia. Ya en 1481 Cristoforo Landino en la Apologia coloca a Donatello a la altura de los antiguos y Giorgio Vasari, en las dos ediciones de Le Vite (1550 y 1568), insistió en que su trabajo era más similar a los artistas romanos que a cualquier otro maestro inmediatamente precedente.


Donatello desarrolló innovaciones que revolucionaron la técnica del relieve. Se trata del relieve en stiacciato, que se basa en el aplanado y el espesor en una variación infinitesimal, que recuerda la obra gráfica. A través de sutiles juegos de luz y sombra las figuras podían estar organizadas en una ilusión de profundidad, donde los grupos de figuras, el paisaje y los elementos arquitectónicos se superponen una detrás de otra en innumerables superposiciones, imposible con las técnicas tradicionales.Vasari, por consiguiente, no duda en afirmar que Donatello elevó el arte del relieve a un nuevo nivel y esta opinión en los historiadores del arte moderno sigue siendo válida.


En su vida artística es evidente la continua profundización y desarrollo del repertorio, con un importante estudio preliminar de cada uno de los nuevos tipos de trabajo y la evaluación de las necesidades específicas y efectos deseados.


Pero no han faltado voces críticas por su trabajo, como la de su amigo Filippo Brunelleschi. Las obras del periodo tardío, con un estilo crudo y expresivo, fueron criticadas en el siglo XVI, para irse revalorizando sólo gradualmente en el siglo XX.


Baccio Bandinelli en el siglo XVI, consideró de «errores» de la vejez y la creciente ceguera del maestro, considerando los dos púlpitos de la basílica de San Lorenzo, como lo peor de la mano de todas las obras de Donatello. Sólo en los últimos siglos, a partir del manierismo, gradualmente se ha ido valorando la opinión crítica sobre estas dos obras. Hoy en día, la evaluación es netamente benévola, sobre todo en la intensidad expresiva del lenguaje de Donatello, con una iconografía de reinvención libre y original de los temas bíblicos.



Pero Vasari escribió en la biografía de Donatello y su catálogo de obras incluidas, con una serie de errores. Al juicio inexacto, contribuyó el desmantelamiento o la descontextualización de los lugares originales de las obras. Esto provocó el aumento de dificultad en la obtención de una visión de conjunto de su obra. En 1886 por ejemplo, durante las celebraciones en Florencia para cinquentenario desde su nacimiento, las obras y los documentos fueron confundidos con los de otros autores.


Desde entonces, la historiografía artística ha comenzado a trabajar en la selección y revisión del catálogo de obras atribuidas para despejar los antiguos errores. Incluso hoy, los estudios se pueden decir que que están lejos de ser concluidos, en especial durante amplios períodos, donde la documentación conocida es escasa.



La fama de Donatello fue muy grande durante el alto renacimiento, influyó en grandes autores como Andrea del Verrocchio, Rafael Sanzio, Miguel Ángel y Benvenuto Cellini entre otros.

Brunelleschi

Pequeña biografía:



Artista italiano, uno de los maestros fundamentales de la transición hacia el renacimiento. Sus aportaciones, como la recuperación de los motivos clásicos y la capacidad para trasladar a sus obras las leyes matemáticas de la proporción y la perspectiva, le convirtieron en el primer arquitecto de la edad moderna. Brunelleschi nació en Florencia en 1377, donde recibió una temprana formación como orfebre. En 1401 participó, aunque no resultó premiado, en el famoso concurso para el diseño de las puertas de bronce del baptisterio de su ciudad. Más tarde se dedicó a la arquitectura, y en 1418 recibió el encargo de construir la cúpula inacabada del Duomo, la catedral gótica de Florencia. Su proyecto, que representó una gran innovación no sólo artística, sino también técnica, consistía en la superposición de dos bóvedas esquifadas octogonales, una dentro de otra. Esta disposición permitía un reparto de esfuerzos junto con una ligereza excepcional, y se convirtió en el modelo constructivo de cúpula durante varios siglos.


El arquitecto florentino partió de la necesidad de una estructura de ocho nervios, que discurren por el exterior y sirven de apoyo para el resto de los elementos decorativos, como los relieves con motivos arquitectónicos, los ocho ojos de buey y la elegante linterna que culmina el conjunto. Por primera vez en la historia una cúpula ofrecía el mismo aspecto estructural en el interior que en el exterior. En otros edificios florentinos, como la iglesia de San Lorenzo (1418-1428) y el hospital de los Inocentes (1421-1455), Brunelleschi perfeccionó su estilo austero y geométrico, inspirado en la antigua Roma y completamente diferente del gótico florido que prevalecía en su época. Hacia el final de su carrera, sobre todo en edificios como la inacabada iglesia de Santa Maria degli Angeli (comenzada en 1434), la basílica del Santo Spirito (comenzada en 1436) y la capilla Pazzi (comenzada en 1441), todos ellos en Florencia, abandonó el estilo lineal y geométrico para adoptar otro más escultórico. La influencia de Brunelleschi fue enorme entre sus contemporáneos y sus sucesores inmediatos, e incluso ha llegado hasta el siglo XX, dado que muchos arquitectos modernos lo consideran como el primer arquitecto racionalista. Murió en Florencia en 1446.




Comentario de su obra:



Su característica principal consistía en el predominio del rigor matemático, marcado por el empleo de nervios ortogonales, líneas rectas, planos lisos y espacios cúbicos. Esta arquitectura de fachadas planas se convirtió en un paradigma para la ejecución de la mayoría de los edificios posteriores del renacimiento florentino.

Brunelleschi también fue un artista innovador en otras disciplinas. Junto con el pintor Masaccio, fue el primer maestro renacentista que recopiló las leyes de la perspectiva. Realizó dos pinturas siguiendo estas leyes, quizá entre 1415 y 1420, y también se cree que pintó el fondo arquitectónico de una de las obras primitivas de Masaccio.

La cultura científica en la Florencia de Brunelleschi explica en parte las características de una obra que va a basar en la medida, la proporción y la perspectiva la belleza de formas y espacios. En el ambiente en que Brunelleschi se formó, relacionado con el matemático y físico Paolo del Pozzo Toscanelli, se conocía a Vitrubio, a Alhazen, a Euclides, a Peckman..., así que el hecho de que Brunelleschi fuera un artista científico parece lógico teniendo en cuenta su contacto con filósofos, eruditos y sabios florentinos.



Si debió su formación a la cultura científica florentina, no es menos cierto que fue uno de los hombres que más contribuyó a crear la imagen de Florencia como Nueva Roma, como cuna del nuevo arte que estaba surgiendo. Aunque todas sus obras son muy significativas en ese sentido, hay una que destaca entre todas ellas, que es la cúpula de Santa María de Fiore, catedral de Florencia. De ella escribió Alberti que era "amplia como para cubrir con su sombra todo el pueblo toscano" y en ella se puede decir que toma forma ese deseo de asimilar la imagen de Florencia a la de la antigua Roma, pues se busca un paralelismo con la cúpula del Panteón.


Medida, proporción y razón, son el fundamento de su arquitectura. El mismo arquitecto convirtió a sus obras casi en manifiestos de ese sistema de construir a base de módulos, pues en muchas de ellas unas pequeñas ménsulas recuerdan a quien las contempla la medida del módulo empleado para conseguir la correspondencia armónica entre todas las partes del edificio. Ejemplo de ello pueden ser tanto la capilla de los Pazzi en la iglesia de Santa Croce, como la Sacristía Vieja de San Lorenzo, que tienen además la misma estructura arquitectónica. En ambas el sistema de proporciones empleado, del que se ha analizado su correspondencia con la escala musical, se muestra y casi se dibuja mediante las ménsulas y la alternancia de colores, que permiten visualizar esa base geométrica y racional de la arquitectura de Brunelleschi

Giotto

Pequeña biografía:





(Giotto di Bondone; Colle di Vespignano, actual Italia, 1267-Florencia, 1337) Arquitecto y pintor italiano. Fue el primer creador italiano en superar las tendencias bizantinas de la pintura de su tiempo y explorar unas orientaciones que acabaron por desembocar en la gran revolución artística del Renacimiento.




Existen discrepancias en cuanto a sus orígenes y su formación, pero parece seguro que se formó con Cimabue, en cuya tradición iconográfica se inscriben algunas de sus creaciones, como el Crucifijo de Santa Maria Novella, donde la figura de Cristo está dotada de un sentido humano más profundo que en su maestro. La obra más antigua que se le atribuye son los frescos de la iglesia superior de Asís, en concreto la Historia de san Francisco, si bien esta atribución constituye uno de los problemas más debatidos de la historia del arte. Está documentada con seguridad la presencia de Giotto en Asís hacia 1290, pero existen demasiadas diferencias estilísticas entre esta obra y otras asignadas con seguridad al maestro.



En 1304 Giotto se trasladó a Padua para pintar los frescos que la familia Scrovegni le encargó en una capilla de su propiedad. Los frescos de esta capilla, denominada de los Scrovegni o de la Arena, son los únicos que se asignan con certeza al maestro. Incluyen un Juicio Final (muro oeste), una Anunciación (arco del presbiterio) y escenas de la Vida de la Virgen y de la Pasión de Cristo (muros restantes), bajo los cuales figuran personificaciones de virtudes y vicios pintadas en grisalla con objeto de crear efectos de relieve.

Desde la finalización de la capilla de Padua hasta el comienzo de su otra gran obra al fresco, Giotto se ocupó en realizaciones de orden menor, como la Madonna de Ognissanti y el Crucifijo del templo Malatestiano de Rímini. A partir de 1317, el maestro trabajó en Florencia, en la decoración de dos capillas de la iglesia de la Santa Croce; las escenas de la Vida de san Francisco pintadas en la capilla Bardi anuncian los ideales pictóricos del Quattrocento; los frescos sobre la Vida de san Juan Bautista en la capilla Peruzzi anticipan las conquistas espaciales de Masaccio.




Con posterioridad, Giotto trabajó para Roberto de Anjou, en Nápoles, y para los Visconti, en Milán. Pero la obra más relevante de los últimos años de su vida fue el campanile de la catedral de Florencia, del que trazó los planos y comenzó la construcción. El arte profundamente innovador del maestro no dejó indiferentes a sus coetáneos, y ya en su tiempo gozó de una fama inmensa. Figuras de su época como Dante o Boccaccio lo elogiaron, y muchos discípulos perpetuaron sus conquistas hasta finales del siglo XIV, aunque se considera que sus verdaderos epígonos artísticos fueron Masaccio y Miguel Ángel.


Murió en 1337 en Florencia.




 
 
Comentario de su obra:
 
 
La obra en su conjunto denota una nueva concepción de la pintura por la atención que presta el artista tanto a la creación de efectos de perspectiva como a la unificación del espacio, que acierta a integrar las figuras con los elementos arquitectónicos que les sirven de marco. Realza la solemnidad y el dramatismo que impregnan estas escenas el empleo de colores puros y matizados.



Su concepción de la figura humana, que representó con líneas amplias y redondeadas -en lugar de la representación plana y bidimensional de los estilos gótico y bizantino- indica una preocupación por el naturalismo que significó un punto de inflexión en la evolución de la pintura occidental. Toda su obra es de temática religiosa. Hizo sobre todo retablos y frescos para diversas iglesias. Sus escenas se alejan de la rígida estilización medieval para presentar la figura humana con formas amplias y redondeadas, que parecen basarse más en modelos que en arquetipos idealizados.
 
Se opuso a los colores vivos y brillantes y a las líneas largas y elegantes propias del estilo bizantino y prefirió trabajar con una representación más serena y realista. Se centra en lo humano y en lo real más que en lo divino y lo ideal, planteamiento revolucionario en una época dominada por la religión. Los escenarios (tanto en esta serie como en las demás obras) son fondos poco profundos, como cajas arquitectónicas, un poco más abiertos que los fondos totalmente planos de las pinturas bizantina y gótica pero sin llegar todavía al pleno desarrollo de la perspectiva que se lleva a cabo en la pintura renacentista posterior.
 
Su obra se adelantó a su tiempo. La mayor parte de sus seguidores pintaron en una línea menos realista y más abiertamente decorativa. Habría de ser Masaccio, un siglo después, quien difundiera el estilo de Giotto, cuyo ejemplo fue crucial para el desarrollo de la pintura florentina posterior, y cuyo interés por la representación de la figura humana y del mundo visible se convirtió en una preocupación predominante durante el renacimiento florentino.